Un rayo de esperanza fue hablar con el profesor, una intensa conversación entre cosas y cosas, ya sabemos como va esto de asistir a una reunión de padres con el tutor.
Este es un caso excepcional ya que las circunstancias son extrañas, no comenzamos el curso en su tiempo, después no nos llegaron los libros hasta más allá de un mes y ahora la tutora se pone enferma, que quiero que no esté enferma, pero este pobre curso de alumnos les ha tocado un maleficio, o esa sensación me da. Como decía esta reunión con el tutor muy productiva en lo que a las explicaciones se refieren pero estéril en el resultado, llegamos a asistir 12 padres/madres/tutores/ras legales, con lo que pienso que la otra parte de los padres (de los 13 niños que no fueron representados) no fueron avisados convenientemente, o los propios niños se lo escondieron o lo que es peor, los padres pasaron de asistir por que seguro que tenían mejores cosas que hacer.
En toda esta jauría de comentarios, resultó mi consejo al tutor muy claro y muy directo, hasta el punto que mi hija ha sido expulsada de clase por hablar/charlar sin permiso.
Si señor, por hablar, ahí la llevas, claro que sé que mi hija habla como una descosida, ya lo sé, pero mientras los padres en la reunión defendían los suyo, lo bueno y santos que son sus hijos, a mí sólo se me ocurrió decir que si los niños no se pueden controlar, que una profesora estuvo casi una clase entera intentando que se callasen, que si son los que más revolucionan, etc. pues que expulse a algún alborotador, ¡eah! pues la alborotadora es mi hija junto a otros seis, vamos, sabiendo desde el primer curso el "grupo de elite" que montaba follones, pegaba y demás, seis años aguantando como atacaban a unos y otros impunemente, resulta que mi hija ha sido tocada por la ley de la probabilidad, de 25 alumnos 7 reprendidos por la nueva idea de un padre que quiere lo mejor en la educación de su hija, pero los alborotadores de siempre, "ná de ná". Pues si expulsan a alguien de clase que sea otro/a, pero mi hija no puede volver a esta situación, no me consuela su comportamiento con las notas, pero no me quedo conforme que no hayan cogido con el mismo rasero a todos, la justicia a veces es ciega. QUE MAL QUE LO SEA CON LOS MÍOS, habiendo tantos alborotadores, así que a partir de ahora a defender lo buena que es mi hija, pese a quien le pese, asumir los defectos de nuestros vástagos sirve para poder corregirlos, si, todavía se pueden corregir, sólo hay que tener voluntad.
Y lo que más me deprime es que el profesor en cuestión no sabe cuanto tiempo va a estar en el puesto. Como hemos ido asistiendo año tras año, siempre esta clase ha tenido este mal funcionamiento, desde el primer curso de educación primaria, lastimoso, de vergüenza.
¿y eso a quien hay que agradecerlo?
¿podemos expulsar a alguien por este mal funcionamiento?
